En toda revisión de un manuscrito, si hay un apartado que no puede pasarse por alto y al que hay que dedicarle bastante tiempo y control es el aparato metodológico de la investigación.

En este apartado se reconoce el rigor científico y la meticulosidad que el autor/es le han dedicado a su trabajo. No dejan de ser las instrucciones para llevar a cabo el estudio y, de la misma manera, que se pueda replicar por otros investigadores.

Hay cinco grandes puntos que no pueden faltar en el marco metodológico de un trabajo de investigación, y en los que se tiene que fijar cualquier revisor metodológico:

  1. Tipo de investigación que se está llevando a cabo. Es aconsejable, que en este punto se recuerden los objetivos de la investigación.
  2. La metodología o metodologías empleadas. Aquí es necesario que se tenga en cuenta si el trabajo presenta algún tipo de triangulación.
  3. La técnica o técnicas de análisis, con una explicación profunda del porqué de esa elección.
  4. Las herramientas de trabajo, es recomendable que se explique y, a poder ser, que se incluya en anexos el código de codificación en un análisis de contenido; el cuestionario en una encuesta o las características de los sujetos en un focus group, por poner algunos ejemplos. No hay que olvidar en este apartado presentar el tipo de fiabilidad que tiene la herramienta propuesta.
  5. La muestra de la investigación. Para hablar de la muestra se hace indispensable presentar el universo de referencia y la población de donde va a salir la muestra. Además, es fundamental indicar qué tipo de muestreo se ha utilizado.

Con todos estos elementos podremos evaluar, como revisores, si el trabajo presenta una estructura coherente y si el trabajo tiene validez interna, externa, de constructo y, si tiene metodología cuantitativa, de conclusión estadística.

Revisemos la metodología como lo que es, un libro de instrucciones. Cuando estamos delante de cualquier aparato tecnológico solemos pararnos a leer las instrucciones que incluyen para aprender y lograr que funcione. Lo mismo ocurre aquí. Para saber si funciona la investigación, la metodología tiene que cumplir con unos mínimos, que son los que hemos presentado. De esta forma, la investigación se podrá replicar y contendrá el rigor científico propio de este tipo de trabajos.