Autor: Belén Puebla

El revisor metodológico

En toda revisión de un manuscrito, si hay un apartado que no puede pasarse por alto y al que hay que dedicarle bastante tiempo y control es el aparato metodológico de la investigación.

En este apartado se reconoce el rigor científico y la meticulosidad que el autor/es le han dedicado a su trabajo. No dejan de ser las instrucciones para llevar a cabo el estudio y, de la misma manera, que se pueda replicar por otros investigadores.

Hay cinco grandes puntos que no pueden faltar en el marco metodológico de un trabajo de investigación, y en los que se tiene que fijar cualquier revisor metodológico:

  1. Tipo de investigación que se está llevando a cabo. Es aconsejable, que en este punto se recuerden los objetivos de la investigación.
  2. La metodología o metodologías empleadas. Aquí es necesario que se tenga en cuenta si el trabajo presenta algún tipo de triangulación.
  3. La técnica o técnicas de análisis, con una explicación profunda del porqué de esa elección.
  4. Las herramientas de trabajo, es recomendable que se explique y, a poder ser, que se incluya en anexos el código de codificación en un análisis de contenido; el cuestionario en una encuesta o las características de los sujetos en un focus group, por poner algunos ejemplos. No hay que olvidar en este apartado presentar el tipo de fiabilidad que tiene la herramienta propuesta.
  5. La muestra de la investigación. Para hablar de la muestra se hace indispensable presentar el universo de referencia y la población de donde va a salir la muestra. Además, es fundamental indicar qué tipo de muestreo se ha utilizado.

El revisor de estilo

En el proceso editorial de cualquier revista científica en primer lugar se realiza una revisión de contenido para comprobar si el texto tiene la calidad suficiente para pasar a revisión por pares. Además, se constata que los autores hayan ajustado su manuscrito a las normas de la revista, es decir, si cumple con el número de palabras, si incluye los apartados básicos de un trabajo de estas características o, incluso, si han utilizado la plantilla que muchas revistas ofrecen para que presenten sus artículos.

Una vez sobrepasado este punto, el texto se manda a revisores ciegos. Como bien sabemos los revisores funcionan como sensores para detectar cualquier problema que presente el texto. Su trabajo más importante es centrarse en el contenido del texto, en su calidad y su rigor científico, pero también es necesario que apunten cualquier error ortotipográfico que puedan encontrar en el texto, de tal forma que, cuando llegue de nuevo al autor, pueda realizar los cambios correspondientes, tanto en contenido como en continente.

¿Ciego, doble ciego o abierta?

Si hay algo que caracteriza a las revistas científicas es la revisión exhaustiva de sus publicaciones. Aunque el equipo editorial tiene la decisión de publicar o no un trabajo, es fundamental que no sea una decisión discrecional, sino que para cumplir con el rigor científico que se le presupone, todos los artículos deben pasar por la revisión de profesionales investigadores externos al comité editorial del medio, con tal fin de garantizar la calidad, pertinencia, confiabilidad e integridad de la investigación.

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