Seleccionar adecuadamente a los revisores es todo un reto para el editor. La experiencia revela que la calidad de las revisiones está íntimamente relacionada con la implicación de los revisores y ésta depende de la afinidad entre la especialización del revisor y el tema del texto a revisar.

Una buena base de datos propia de revisores no se puede improvisar, se construye a medida que se consolida la comunidad de investigadores que considera la revista. El uso del software libre OJS[1] parece generalizado en la gestión de revisiones, entre otros sistemas. En OJS, solo el autor que realiza el envío deja un perfil creado en el sistema. Si ha firmado en coautoría, los otros autores no quedan registrados. Es conveniente, por tanto, una vez admitido el texto, solicitar al autor del envío que active su rol de revisor, si no lo hizo cuando creó su perfil como autor, y sugerir a los coautores que se den de alta como revisores indicando sus intereses investigadores. OJS permite vincular la búsqueda de revisores con bases de datos externas.

Convertir a los autores en revisores y configurar un potente Comité de revisores son acciones irrenunciables, pero existen estrategias adicionales útiles:

  • Publons[2] (WoS): los revisores registran sus certificados de revisión, simplemente reenviando el email[3] donde el editor acusa recibo del informe de revisión. Publons verifica con los editores la revisión realizada. El editor también puede dejar constancia de las revisiones científicas que se realizan poniendo en copia a Publons en el email [4] donde confirma al revisor la recepción del informe. Permite buscar revisores por temas y o experiencia (revisiones WoS Core Collection; actividad reciente, premios por revisiones, publicaciones…).
  • Directorio de expertos en el tratamiento de la información EXIT[5], con más de 4768 expertos, permite la selección por materia, acceso a cv y perfiles sociales. Es un excelente espacio para localizar y contactar expertos ya que se da la opción de compartir el email.
  • La Asociación Española de Investigación de la Comunicación (AE-IC[6]) ofrece un directorio público de 366 expertos, sus líneas de investigación y contacto, aunque no es posible la búsqueda por temas.
  • Google Académico: buscar con las palabras clave del artículo a revisar y localizar autores afines. Sus contactos suelen figurar en el encabezado del artículo.
  • Seleccionar como revisores a autores citados en las referencias del texto.

Una vez hecha la revisión de expertos/as resta acordar la disponibilidad temporal para realizar la revisión, aspecto muy importante para que la revisión sea ágil y los plazos de respuesta sean razonables.

Otros aspectos también facilitan la revisión: realizar una revisión editorial previa (formato, normas revista, antiplagio, anonimización, coincidencia con foco revista, estructura mínima, calidad redacción, amplitud referencias, índice H de los autores, número de autores…) para hacer un buen trabajo de filtro editorial que evite esfuerzos innecesarios o condene al revisor externo a realizar tareas que son propias del equipo de redacción de la revista. Un informe ágil, sencillo de cumplimentar y un sistema electrónico intuitivo, accesible y rápido contribuyen también al éxito de la revisión. OJS permite evaluar a los revisores para recordar el nivel de desempeño (cumplimiento plazo, calidad informe) en encargos futuros.

En la publicación científica la reciprocidad responsable hace sostenible al sistema: el editor necesita revisores responsables y eficaces pero los revisores necesitan editores que exijan un esfuerzo razonable y flexible. La certificación inmediata y automática de la revisión realizada es el debido colofón final de este proceso tan decisivo.

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