Cuando recibimos un artículo para que lo revisemos, la tendencia inicial es céntranos en metodología, instrumentos empleados en la investigación y contenido en general del artículo. Nos centramos en la revisión de contenido y, con frecuencia, los aspectos formales se dejan en un segundo plano. No es, desde luego, una práctica recomendable, puesto que la revisión de aspectos formales es imprescindible y jamás se podrá publicar un artículo que no se adecúe a estos requisitos formales.
Los aspectos formales a tener en cuenta son amplios y variados. Además, van a depender de cada revista, ya que cada una establece sus propias normas de estilo e instrucciones para autores.
Uno de los aspectos formales que se deben tener en cuanta al comenzar una revisión es la extensión del texto o número de palabras. No se podrá dar por válido un manuscrito, aunque sea interesante e innovador, si no respeta la extensión establecida por la revista. En el documento de revisión se tiene que indicar como cambio obligatorio la adecuación a este requisito. En la misma línea, se debe vigilar que resumen y abstract tengan el número de palabras establecidas, así como que las palabras clave o keywords estén también dentro de los márgenes indicados. La inclusión del título también en inglés, requisito establecido por casi todas las revistas, es otro de los aspectos a tener en cuenta.
La estructura del artículo debe contemplar los diferentes aspectos requeridos por la revista, en cuanto a apartados y epígrafes o subepígrafes. En este sentido, las revistas suelen facilitar una plantilla con todas las indicaciones en este sentido. Al hacer una revisión, se debe evaluar si se están respetando los diferentes aspectos. Si no disponen de plantilla, igualmente se tiene que revisar que el manuscrito evaluado esté adaptado alas normas dadas por la revista.
Tipo y cuerpo de letra es otro de los aspectos formales que muchas de las revistas establecen, así como el interlineado, márgenes y la justificación (o no) del texto. Si es el caso, en el informe de revisión, se debe avisar de la necesidad de adecuar el manuscrito a las exigencias de la revista.
Y no menos importante es comprobar que las referencias están adaptadas a las normas que establece la revista para cada tipo de fuente. No se podrá publicar un artículo si este no se adecúa a estos requisitos. Sin duda, en todos los documentos científicos, el rigor de las referencias es un elemento primordial, por lo que a este aspecto hay que dedicarle especial atención. En este sentido, hay que comprobar que se incluyen todos los elementos en cada referencia, así como que, el número de fuentes consultadas es amplio.
Puede haber revisores que entiendan que no les compete la revisión de estos aspectos formales. Pero, como indica la propia palabra (revisión), es una parte más de toda esta labor -imprescindible- de evaluación de manuscritos. Por ello, es recomendable que, antes de ponernos a revisar un artículo, dediquemos unos minutos a recordar cuáles son las Normas para Autores de la revista de la que se trate. Asimismo, las Instrucciones para Revisores que algunas revistas ya ofrecen.