Categoría: Perfil del revisor

Revisores científicos: portadores de la excelencia, agentes de cambio y gestores de relaciones científicas

El revisor científico nace con la publicación de su primer artículo de investigación. Es la primera puerta que se abre para ejercer como evaluador de un manuscrito; pero, es en el oficio, en el constante leer y ejercer un criterio, que nace la expertise de la evaluación. Mas, no solo basta con ser experto en un área temática, también se debe velar por la calidad del trabajo que se presenta, por la oportuna respuesta ante la solicitud hecha por las revistas, por el cumplimiento con los tiempos establecidos, por brindar soluciones y no cerrar las puertas ante la colaboración.

Esta oportunidad no solo se le abre al autor primerizo, sino a toda revista científica; todos sabemos lo difícil que es conseguir revisores que acepten oportunamente la evaluación y lo hagan con la calidad que se merece. Debemos recordar que todo autor que haya publicado en nuestra revista puede ser asignado como revisor, iniciando, claramente, por el eje temático de su artículo publicado.

La comunidad de las Revistas Científicas: decisiones editoriales que la construyen

Ser parte de una revista científica es más que pertenecer a una institución, organización o casa editorial. Es pertenecer a una comunidad que, año tras año, se va consolidando. Pero, ¿cómo? Si bien es cierto que parte del fortalecimiento de las revistas se da por su visibilidad en motores de búsqueda y bases de datos, y acceso a bases de datos indexadoras, bibliográficas, de referencia o de alto impacto, como Scopus y Web of Science, el trabajo no se construye solo. Es el esfuerzo de un equipo editorial que está acompañado por las constantes conversaciones que hay con otros pares y con otras revistas para el mejoramiento constante, a través de flujos de trabajo entre los equipos editoriales y el robustecimiento de políticas editoriales.

El editor, revisor de revisores. ¿Cómo se evalúan las revisiones?

El trabajo de evaluación realizado por los revisores constituye la principal garantía de calidad de las revistas científicas. La validez de todo artículo de investigación se sustenta en la superación de un riguroso proceso de revisión realizado por especialistas contrastados en la temática del objeto de estudio propuesto. La revisión, por tanto, representa el elemento diferenciador primordial del proceso de edición científica. El valor final de cada artículo está determinado por la calidad de los informes de revisión que han antecedido a su publicación. Ello implica que los responsables editoriales de las revistas deben aplicar una sucesión de criterios de selección: en primer lugar, identificar a los revisores más cualificados dispuestos a colaborar en la evaluación del artículo; en segundo, comprobar que esos informes de revisión resultan consistentes en términos científicos y respetuosos con el trabajo de los autores, y, por último, seleccionar para su publicación aquellos artículos con mejores valoraciones.

Relación entre el informe y la valoración final en la ficha de evaluación

Siguiendo la línea que nuestro compañero Ignacio Blanco adelantó en su post de julio, vamos a incidir un poco más en la importancia de los formularios de evaluación que tienen cada revista para ayudar en la organización y exposición de los comentarios del revisor.

Entre el reconocimiento de lo tangible e intangible del revisor científico: ¿ser o no ser?

Nuestra recompensa se encuentra en el esfuerzo y no en el resultado. Un esfuerzo total es una victoria completa (Mahatma Gandhi)

La palabra reconocimiento (ser reconocido) en cuanto al experto en ciencia, puede ser un arma de doble filo: por un lado, de ella puede devenirse el egocentrismo de un agente académico (muchas veces nocivo para la ciencia) y por el otro, puede ser la garantía para encontrar ese par académico aportador, noble, perdido y necesitado en la publicación de artículos científicos.

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